para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.
Pero yo iré,
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
El día no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.
GACELA DEL AMOR DESESPERADO
F.G.LORCA
Si hermosas son estas sentencias lorquianas escritas para almas abiertas, mayor belleza veo en esa rosa, parida entre aguas y pigmentos y criada entre bellas pinceladas. No sólo hay que tener virtudes artísticas para crear tan minimalista belleza; para ello se necesita también sensibilidad delicada.
ResponderEliminarFelicidades a la pintora; mis humildes recuerdos a Lorca.
Un poema exquisito y una delicada, sutil y fuerte Rosa que, erguida y segura de sí, busca el Sol en la tarde.
ResponderEliminarPreciosa tu rosa amiga mía! Adoro tu Arte!
Besos
Inma
en el trazo del pincel, se advierte la sensibilidad de la artista, retazos de vida que transubstancia,la flor en lienzo,el color en rima, el aroma en poesía....para forjar con mirada acuosa una ventana al Paraiso
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